El pago trimestral caerá 50 por ciento a 12 centavos por acción, dijo la compañía con sede en Boston en un comunicado este lunes. La última vez que GE redujo su dividendo fue en 2009 cuando luchaba contra las consecuencias de la crisis financiera.
Esta medida extraordinaria pone de relieve la gravedad de los problemas que enfrenta el máximo responsable John Flannery, que en agosto asumió el puesto que durante largo tiempo ocupó Jeffrey Immelt.
Con un flujo de caja flojo en medio de mercados en baja en generación de electricidad y equipos para yacimientos petrolíferos, GE es sin duda el mayor perdedor del Promedio Industrial Dow Jones este año.
“Entendemos la importancia de esta decisión para nuestros tenedores de acciones y no la hemos tomado a la ligera”, dijo Flannery en el comunicado.
“Estamos concentrados en impulsar el retorno total a los accionistas y consideramos que esta es la decisión correcta para armonizar el pago de dividendos con la generación de flujo de caja”, explicó en el texto.
GE avanzó 2.1 por ciento a 20.92 dólares antes de las operaciones regulares en Nueva York. Las acciones cayeron este año 35 por ciento hasta el 10 de noviembre.
La reducción señala más cambios en lo que se está definiendo como un reposicionamiento radical de GE bajo su nueva conducción.
Flannery ya realizó cambios entre los más altos ejecutivos y dio la bienvenida al inversor activista Trian Fund Management a la junta directiva de GE. Quiere recortes de costos más marcados y ha dicho que considerará todas las opciones, inclusive deshacerse de algunas actividades.
En octubre, GE rebajó sus expectativas de ganancias y flujo de caja para 2017 en tanto Flannery calificó de “completamente inaceptable” el desempeño de la empresa.
Los inversores venían preparándose para una reducción del dividendo al profundizarse la caída de GE en las últimas semanas. El capital accionario perdió alrededor de 100 mil millones de dólares en valor de mercado este año pese a que índices más amplios avanzaron.
El dividendo se había recobrado de una fuerte reducción de 68 por ciento en 2009, luego de que Immelt dijera durante semanas que el pago estaba a salvo.
Refiriéndose al recorte del dividendo, Immelt aseguró que fue “el peor día de mi gestión como máximo responsable”.
Flannery planea dar a conocer este lunes una hoja de ruta del devenir de la compañía, que se concentrará en tres de sus mayores líneas de negocios (aviación, energía y atención médica), según reportó Bloomberg anteriormente, citando a una fuente con conocimiento del tema.
El reporte sugirió que Flannery apuntaría a abandonar el resto de las operaciones. La estrategia marcaría un punto de inflexión para la empresa, que por décadas se expandió como un conglomerado con diversos intereses en medios, energía, finanzas, aviación, ferrocarriles, motores marinos y químicos.
Reuters informó en octubre que GE estaba explorando una serie de estrategias de desinversión en transporte y otros negocios como parte de un plan para despojarse de activos por más de 20 mil millones de dólares.