Viena. Una investigación realizada por un equipo de trabajo liderado por Florian Kiefer, de la División de Endocrinología y Metabolismo de la Universidad de Viena, ayudó a descubrir que el frío aumenta los niveles de vitamina A en humanos y ratones, lo cual ayuda a convertir el tejido adiposo (grasas) blanco a marrón, por lo que se estimula la quema de grasa y generación de calor.
Tanto humanos como mamíferos tienen al menos dos tipos de depósitos grasos: blanco y marrón, el primero de ellos considerado “malo” y el segundo “bueno”. El exceso de calorías, lo cual provoca desarrollo de obesidad, se almacena en el tejido adiposo blanco; por su parte, el tejido marrón o pardo quema energía y genera calor.
La grasa corporal blanca en los humanos es superior al 90% y normalmente se encuentra en el abdomen y en la parte superior e inferior de los muslos, por lo que la conversión del tejido adiposo blanco a marrón, gracias al aumento de vitamina A estimulada por el frío, puede ser una opción para contrarrestar el sobrepeso y la obesidad.
“… Este no es un argumento para consumir grandes cantidades de suplementos de vitamina A si no se prescriben, porque es fundamental que la vitamina A se transporte a las células correctas en el momento adecuado. Hemos descubierto un nuevo mecanismo por el cual la vitamina A regula la combustión de lípidos y la generación de calor en condiciones de frío. Esto podría ayudarnos a desarrollar nuevas intervenciones terapéuticas que exploten este mecanismo específico”, mencionó Kiefer en su estudio.