Un estudio publicado en American Journal of Emergency Medicine alerta de casos de priapismo, erecciones de más de cuatro horas que deben ser tratadas clínicamente para evitar daños mayores, en pacientes mayores de 60 años que padecen COVID-19.
Refiere dos casos, el primero detectado a un varón de 69 años de edad, con obesidad, tras ser ingresado en Cuidados Intensivos luego de una semana con síntomas respiratorios, quien fue intubado y colocado boca abajo, por lo que al girarle al día siguiente, la enfermera observó que tenía una erección con características de priapismo.
Informa que al paciente le fueron aplicadas bolsas de hielo pero la erección permaneció durante tres horas, por lo que fue atendido por el Servicio de Urología para drenar el exceso de sangre en el pene, se aplicó fenilefrina, logrando que el miembro bajara después de 30 minutos de tratamiento; lamentablemente, el paciente falleció posteriormente.
En tanto que un segundo caso de un hombre, de 62 años quien fue conectado a un respirador, se le detectó que tenía una erección, le aplicaron bolsas de hielo y cuatro horas después el priapismo continuaba, por lo cual se le extrajo sangre que se analizó y se hallaron pequeños coágulos o trombos sanguíneos; posteriormente, el paciente mejoró y 14 días después fue dado de alta.
El estudio concluyó que el priapismo es debido a complicaciones tromboembólicas que ocurren en un 30 por ciento de los casos graves de COVID-19.
El priapismo isquémico, como se conoce a esta forma de erección permanente, resulta doloroso y no está relacionado con la función sexual, ocurre cuando la sangre queda atrapada en el pene y deja de recibir oxígeno, por lo que las consecuencias de no ser tratado pueden ser muy graves