Junto con el mariachi y el tequila, el chile es casi un sinónimo de México y ahora es también un tema de interés en la revisión del tratado de libre comercio con la Unión Europea.
Los productores nacionales buscan que Europa reconozca la indicación geográfica de los chiles jalapeños enlatados, alargados, de color verde y típicamente cultivados en México, al asegurar que productos de otras regiones entran al mercado europeo haciéndose pasar como mexicanos.
También buscan que se reconozca la indicación geográfica para el chile chipotle, que es ahumado y al ser procesado adquiere un sabor dulzón.
«En Europa está entrando mucho chile turco y asiático, que realmente tiene menor calidad que el nuestro y que además se están colgando de la importancia que tiene la comida mexicana», dijo Jonás Murillo, titular de la Cámara de la Industria de Conservas Alimenticias (CANAINCA), que agrupa a grandes empresas del sector como Grupo Herdez y La Costeña.
Murillo dijo que al chile que proviene de Turquía no se le pone en la etiqueta su país de origen. «Ponen que es jalapeño y un sombrero mexicano. No están diciendo que sea de aquí pero sí se están colgando de un prestigio que tiene México».
Señaló que de obtenerse el reconocimiento de la indicación geográfica, únicamente los chiles de México podrían llamarse jalapeño o chipotle. «Los que no sean mexicanos tendrán que llamarse de otra manera».
El dirigente agregó que la defensa se centra en estos dos tipos de chiles de las decenas que se producen y consumen en México porque son los que tienen mayor impacto en ventas.
De los poco más de 7.000 millones de pesos (unos 375 millones de dólares) que se venden anualmente de chiles en conserva, la mayor parte obedece al chile jalapeño y chipotle.