Automotrices de EU ‘encienden alarmas’ por el TLCAN
El sector automotriz de Estados Unidos está haciendo sonar las alarmas sobre los esfuerzos de la administración de Donald Trump por reformar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con el principal proveedor de partes de la región, advirtiendo que el plan de elevar los requisitos de contenido en los autos podría resultar en una situación de «perder-perder» para todos.
Los cambios en las llamadas reglas de origen, que rigen qué proporción de un automóvil debe provenir de los países del TLCAN para que el vehículo reciba los beneficios del pacto comercial, aumentarán la complejidad y los costos, dijo Don Walker, presidente ejecutivo de Magna International.
«Si el contenido requerido para alcanzar el umbral para un vehículo en el TLCAN es demasiado alto, la gente puede decir, ’Mira, es demasiado difícil, es demasiado alto, así que simplemente vamos a mandar los vehículos’», explicó Walker en una entrevista en Nueva York antes de las conversaciones. «En cuyo caso, pagan el arancel, y todos pierden-pierden».
La cuarta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte inicia este miércoles, en medio de crecientes señales de que Estados Unidos está poniendo sobre la mesa propuestas que podrían acabar con el acuerdo.
En cuanto a las normas de origen, se espera que Estados Unidos proponga elevar sustancialmente el requerimiento del TLCAN del actual 62.5 por ciento y, potencialmente, agregar un requisito de contenido específico de Estados Unidos, lo que provoca temores de una interrupción a las complejas cadenas de suministro.
CONTENIDO REGIONAL
«Si el contenido regional es por cada país, creo que agrega mucha complejidad, y entonces cada país probablemente desearía contenido regional», explicó Walker.
«Si usted tiene contenido estadounidense, y contenido canadiense, y mexicano, la información y la burocracia y el seguimiento se vuelven tan complicados, y costosos, francamente».
También será caro para los consumidores, advirtió el martes Mark Scarpelli, presidente de la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles, en Detroit.
«Cualquier cosa que eleve el precio de un automóvil afectará en última instancia a los consumidores y las ventas», detalló.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se empeñó en la industria automotriz y los fabricantes que invertían en México a lo largo de su campaña y a principios de su presidencia, criticando a empresas como Ford, General Motors y Toyota. En marzo, Trump se dirigió a los trabajadores de esas empresas y les aseguró que su país volvería a ser «la capital mundial del automóvil».
DÉFICIT COMERCIAL
Estados Unidos tuvo un déficit comercial de 63 mil millones de dólares con México el año pasado, en comparación con un superávit de 7 mil 700 millones de dólares con Canadá. El déficit comercial con México en el sector automotriz fue de 74 mil millones de dólares.
En otras palabras, eliminando el comercio de automóviles y partes, Estados Unidos en realidad tendría un superávit comercial con México.
Magna, con sede en Aurora, Ontario, tiene más de 25 mil empleados en Estados Unidos y suministra más piezas originales por ventas a fabricantes de automóviles en el continente que cualquier otro proveedor, según el ranking de Automotive News.
Cambiar las reglas ahora, después de que los fabricantes de automóviles y los proveedores han invertido en toda la región, sería un cambio costoso, expresó Walker.
«Ha habido enormes inversiones en Canadá, Estados Unidos y México, que son activos a largo plazo», dijo. «Tratar de cambiar eso sería extremadamente caro para la industria».